domingo, 27 de enero de 2013

El Inicio de la Creación - Génesis

    Génesis significa (del griego Γένεσις) "nacimiento, creación, origen"; mientras que en hebreo ( תּוֹלֵדוֹת) la palabra "generación" da origen al  título ( בְּרֵאשִׁית) Bereshit = "en el principio" . Nos referimos al primer libro de la Torá ("La Ley" o Pentateuco) y también el primer libro del Tanaj, la biblia hebrea (conocida por los cristianos como el Antiguo Testamento). 
    Sea por el origen griego o hebreo de la palabra, nos remonta al principio de los tiempos, del cual no contamos con ningún registro “en vivo” que nos informe cómo ocurrió; podemos guiarnos por lo que dice la BIBLIA u otros registros antiguos , o por lo que teoriza la ciencia en sus múltiples versiones. 
   Si lo que habla la Biblia, es más que un mito, pone el marco con toda precisión de un orden y tiempo del principio (CREACIÓN); además debiera obligar a la ciencia en sus entrañas el investigar esta versión de los hechos para clasificarla como sustentable o descabellada. Por otro lado la teoría más aceptable, sin contemplar ningún creador, tiene que ver con el BIG BANG; bautizado así por comentarios del astrónomo inglés Fred Hoyle en 1950 (opositor de la teoría, quien usó el término en un programa de televisión como burla), aunque la teoría en forma se debe a George Gamov quien la publicó en 1948, y se refiere al instante inicial de la gran explosión que se supone dio comienzo al espacio y al tiempo a partir de una “singularidad”. Muchos para darle continuidad a esta teoría y llevarla a la fase que lleva al origen de la vida, la conectan con la del Origen de las Especies de Darwin; estableciendo así un marco estructural más amplio. 

El BIG BANG se considera una postura más científica y se ha convertido en el “dogma” acerca del origen en nuestros tiempos; mientras que la opción de la CREACIÓN se considera como un “vejestorio fanático y religioso” que ni siquiera se debe tomar en cuenta para su evaluación. Aunque debemos decir que si la ciencia se precia de tal, debiera explorar ambas alternativas y cuantas más surjan, para determinar si hay evidencia que las valide; pues de otra forma la ciencia también se vuelve fanática y selectiva, ¿no crees? 


Por referirnos a documentos extra-bíblicos del relato de la creación, mencionaremos dos: 

Epopeya Acadia de la Creación
  1. La EPOPEYA acadia de la creación , asentada en un sello (ubicado en el Vorderasiatis-che Abteilung del Museo del Estado de Berlín Este y catalogado VA/ 243), de la época acadia (2330-2150 a.C.), en donde la divinidad (no hay un acuerdo en su identificación) está sentada en un trono frente a una pareja de humanos, y podemos apreciar en el fondo un sistema estelar planetario (que algunos identifican con el sistema solar y otros con el sistema de las Pléyades). 
  2. La EPOPEYA caldea de la creación, se basa en siete tablillas cuneiformes (ubicadas en el British Musseum en Londres) descubiertas por Henry Layard en 1849 en la biblioteca de Assurbanipal en Nínive y cuya traducción fue publicada en 1876 por George Smith. Son de la época babilónica y fueron escritas durante el reinado de Nabucodonosor I (1125 - 1103 a.C.), se les conoce como Enuma Elish (“Cuando los cielos de arriba”). Narran la creación del dios Marduk en seis tablillas e incluyen su descanso y exaltación en la séptima tablilla. ¿Sorprendente parecido con el relato de Génesis? 
Epopeya Caldea de la Creación - Tablillas Cuneiformes
   Si atribuimos, como se dice tradicionalmente, la autoría del libro de Génesis al patriarca Moisés (1392 – 1272 a.C.), entonces hablamos de una versión escrita de los hechos intermedia entre las versiones acadia y caldea de la creación. Es interesante notar como los antiguos se refieren a este hecho como toda una epopeya, una narración extensa de eventos importantes, que existió de forma oral previo a su registro escrito en las antiguas sociedades y que posiblemente tengan un punto de origen común histórico; lo cierto es que hay una coincidencia admirable entre las diferentes versiones antiguas de la creación. 

La versión bíblica en Génesis es muy clara, veamos sus detalles: 
  • DIA 1- Dios crea los cielos y la tierra (1:1), donde la tierra estaba desordenada y vacía, cubierta por aguas (1:2) por lo que Dios hace la luz y la separa de la oscuridad (1:4,5), inventando así lo que conocemos hoy como DÍA (día+noche). 
  • DIA 2- Dios abre un espacio sobre las aguas, creando la llamada “expansión” que conocemos como CIELOS (1:6-8). 
  • DIA 3 - Dios separa las aguas y descubre lo seco, a lo primero llamó MARES y a lo segundo llamó TIERRA (1:9,10). Hace que la tierra produzca hierba verde y árboles con semilla de varios géneros (1:11-13). 
  • DIA 4- Dios coloca “LUMBRERAS” en el cielo, para: a) separar el día de la noche, b) tener una señal de estaciones, días y años, c) alumbrar sobre la tierra (1:14,15) y mantener una separación de la luz y la oscuridad (1:18). Se refiere como lumbreras al sol y la luna (1:16), aunque también se menciona la creación de las estrellas. 
  • DIA 5 - Dios crea la vida: comienza con seres vivientes en las aguas y aves en los cielos (1:20-23), y los bendice para que fructifiquen y se multipliquen. 
  • DIA 6 - Dios crea los seres vivos terrestres (1:24-28), en múltiples géneros; y finalmente crea al hombre a su “imagen y semejanza” (1:26), varón y hembra (1:27), para que: a) señoree a todos los seres creados (1:26), b) fructifique y se multiplique (1:28) y c) juzgue la tierra. Le da al hombre como alimento plantas con semillas y frutos de los árboles con semillas (1:29), al igual que a todos los animales terrestres (1:30). 
  • DIA 7 - Dios acaba su creación y reposó (2:1-3), bendiciendo este día de descanso y santificándolo. 
   
   Es muy interesante evaluar lo que dice GÉNESIS en cuanto al origen y luego poder compararlo con nuestra actual creencia relativa a este asunto: ¿Te habías imaginado un planeta cubierto por las aguas en el comienzo?, quizás no, pero es un hecho que actualmente los océanos cubren un 70 % del planeta y que gracias a su profundidad nos dejan una proporción de tierra (30 %) para dar lugar a la vida en su superficie como la conocemos. Imagínate ahora modelando un globo terráqueo, en donde trates de dar una superficie terrestre uniforme quitando las grandes profundidades marinas, ¿no estaría cubierto por las aguas aún hoy en día? 
   Es claro que antes de contar con seres vivos, necesitamos de luz, y de un espacio en donde puedan habitarlo (Mar, Cielo y Tierra). La Biblia es muy específica en este sentido, de preparar primero el medio para que los ecosistemas puedan funcionar, y no habla de ambientes descabellados en donde surjan células de los mares a tratar de vivir con oxígeno, en un ambiente primitivo en donde solo se respira metano; como a algunos nos han hecho creer hasta en la escuela. 

   También es necesario establecer un sistema de medición de tiempo e integrarlo en la estructura de los seres creados, para que realicen sus funciones y desde luego también descansen. Y desde luego el sol y la luna, aparte de haber sido deidificados por muchas culturas antiguas, juegan un papel primordial en los ciclos de tiempo y la vida en nuestro planeta: tanto de energía calorífica para que no estemos congelados, como de energía luminosa para que no estemos ciegos y del efecto gravitatorio que impacta en el nivel de los mares. Es cierto que hay vida en las profundidades oscuras del mar, pero sin el Sol, sería imposible la vida en el planeta como la conocemos; seríamos simplemente un trozo congelado de materia. 

   La vida apenas surge, según la versión de Génesis, en los últimos tres días de la creación. Inicia en el mar y en el cielo simultáneamente, para continuar con la vida en la superficie terrestre y culminar con el hombre: el único ser referido en la Biblia como “hecho a imagen y semejanza” de su creador. Por curiosidad si te fijas en el detalle, verás que la vida terrestre en este relato, comienza siendo vegetariana. 

   Finalmente, después de todo el trabajo creador Dios reposa, bendiciendo y santificando el descanso. Un esquema muy avanzado que apenas y vivimos en nuestra época, pues muchas culturas de la antigüedad no gozaron de un sistema con días de descanso y mucho menos semanas de 7 días. ¿Puedes imaginar una semana egipcia de 10 días o una maya de 5 días? Es decir, esta epopeya bíblica de contar con un ser creativo en cuanto al origen de la vida, también refleja su creatividad en todo su entorno: una semana de 7 días, que incluye un día para descansar. 

   Ahora pensemos un poco en las implicaciones de este proceso, en donde se postula un creador o supremo diseñador de las cosas, cuya firma debe estar esparcida por toda su obra y a veces nos parece muy natural porque ya nos hemos acostumbrado. Por ejemplo: lo verde de la vegetación (clorofila), un sistema óseo (estructura) en los seres vivos que lo requieren, un sistema respiratorio (sea que extraiga el oxígeno del aire o del agua), un sistema solar ordenado y un universo con un movimiento mecánico impecable, una vida que se auto-multiplica según su género y un ser humano que desafortunadamente mal administra su encargo original con la creación, etc. 

   Además si el sol y la luna fueron “creados” independientemente de la tierra, sin duda, no hay una relación lógica entre sus tiempos de vida; por eso el sol sigue con sus reacciones atómicas en cadena sin acabarse y la luna seguramente no ha surgido de la tierra como nos han dicho. Esto indicaría que no podemos datar la antigüedad de la tierra su relación con estos astros. 

Desarrollo Esquemático del Big Bang
   No obstante nuestra actual cultura global está confiada de un origen “científico” en el que no se requiere de un creador, con base a meras teorías no demostradas: bien sea del BIG BANG en el universo, o de la EVOLUCIÓN de la vida. Estas teorías no necesitan de ningún orden en sus procesos, pues se pueden seguir “creyendo” mientras se adecuan, y solo muestran un Universo aparecido al azar sin propósito, sin significado y sin destino. 
 Un origen creativo nos personaliza y nos da un propósito; un origen sin Dios nos despersonaliza y nos brinda una existencia fortuita y sin valores. Y es claro que el hombre, sin una relación con Dios, traslada su pensamiento y sistema de valores a cualquier cosa: la naturaleza, la energía, los extraterrestres y hasta en cualquier proceso que “parezca” científico. 

   Basta con voltear a ver la perfección del ser humano y de todos sus sistemas funcionando simultáneamente para vivir, o quizás observar la complejidad de un árbol en su operación incluyendo la captación de energía solar a través de su sistema de clorofila, o quizás ver un pez respirar en el agua con su sistema de branquias, o un perro emocionarse y encariñarse con su amo. 

   Sin duda mientras no se tenga una comprobación real de las teorías de nuestros tiempos, creo honesto que inclusive a nivel escolar, se pueda analizar la CREACIÓN como una opción o alternativa más en las posibilidades del origen del Universo y la vida. De entrada dará una mayor riqueza a quienes consideren ambas posturas, y quizás lleguen a asombrarse como yo, de toda la creación que nos rodea. 



REFERENCIAS IMPRESAS: 

Biblia de las Américas. (1986). California: Editorial Fundación. 

Brown, W. (2001). In the beginning: compelling evidence for creation and the flood. Phoenix, AZ: Center for Scientific Creation. 

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